Los ocho diferentes tipos de migración a la nube
A medida que las empresas adoptan la nube para aprovechar su escalabilidad, flexibilidad y rentabilidad, se enfrentan al desafío de elegir la estrategia de migración más eficaz.
Para que las organizaciones tomen decisiones informadas, deben comprender los ocho tipos diferentes de migración a la nube:
1. Rehosting (levantar y cambiar)
El rehosting suele ser la forma más rápida de migrar a la nube, ya que implica cambios mínimos en las aplicaciones. Las organizaciones replican su infraestructura actual en la nube mediante la conversión de servidores físicos en máquinas virtuales de centros de datos locales a entornos de nube.
Aunque el rehosting ofrece una migración más rápida y menos interrupciones en las operaciones, no aprovecha completamente los beneficios de los servicios nativos de la nube ni optimiza los costos.
2. Refactoring o rearquitectura
El refactoring implica modificar las aplicaciones para aprovechar las características y los servicios nativos de la nube. Esto incluye dividir las aplicaciones de una sola pieza en microservicios, adoptar la computación sin servidor o usar soluciones de almacenamiento y bases de datos administradas.
Si bien el refactoring requiere más tiempo, recursos y experiencia que el rehosting, conduce a mejoras significativas en la escalabilidad, el rendimiento y la rentabilidad a largo plazo.
3. Replatforming (levantar, retocar y cambiar)
El replatforming logra un equilibrio entre el rehosting y el refactoring haciendo optimizaciones específicas en las aplicaciones antes de migrarlas a la nube. Las organizaciones pueden actualizar determinados componentes para adaptarlos mejor a las capacidades de la plataforma en la nube de destino sin necesidad de rediseñar toda la aplicación.
El objetivo es lograr algunos beneficios de la arquitectura nativa de la nube y, al mismo tiempo, reducir el esfuerzo y el riesgo en comparación con un refactoring completo.
4. Recompra (dejar de lado y comprar)
La recompra es la sustitución del software local actual por alternativas basadas en la nube, normalmente en forma de SaaS. En lugar de migrar las aplicaciones existentes, las organizaciones adoptan un nuevo software nativo de la nube que ofrece una funcionalidad similar.
Esto simplifica la administración, reduce la sobrecarga de la infraestructura y proporciona acceso a las funciones más recientes. Sin embargo, requiere ajustar los procesos del negocio y la migración de datos.
5. Retirar
Retirar implica identificar y desmantelar aplicaciones o servicios que ya no son necesarios o relevantes para la organización. En lugar de migrar estos sistemas redundantes a la nube, las organizaciones optan por eliminarlos por completo.
Retirar aplicaciones heredadas puede agilizar el proceso de migración, reducir la complejidad y reducir los costos eliminando la sobrecarga innecesaria de infraestructura y mantenimiento.
6. Retener o revisar
Retener mantiene las aplicaciones en las instalaciones en lugar de migrarlas a la nube de inmediato. Las organizaciones pueden optar por retener las cargas de trabajo debido a requisitos normativos, la confidencialidad de los datos u otras consideraciones que hacen que la migración a la nube sea poco práctica en ese momento.
Pueden revisar estas decisiones en el futuro según sea necesario, a medida que evolucione la tecnología en la nube, cambien las necesidades del negocio o se alivien las restricciones regulatorias.
7. Híbrida
La migración híbrida combina entornos locales, de nube privada y de nube pública para satisfacer las necesidades de la organización. Este enfoque es útil cuando es necesario conservar cargas de trabajo en las instalaciones mientras se migran otras a la nube.
Permite a las organizaciones aprovechar los beneficios de ambos entornos (la escalabilidad, la flexibilidad y la seguridad de la nube) y el control de los datos confidenciales o los sistemas heredados de las aplicaciones locales.
8. Migración de aplicaciones
La migración de aplicaciones a la nube es un concepto más específico que la simple migración a la nube. Traslada una aplicación de software y todos sus datos y procesos a un nuevo entorno de computación en la nube, normalmente desde un servidor local heredado.
La principal ventaja de este enfoque es que el ROI de la computación en la nube puede superar rápidamente los costos físicos e indirectos de operar en las instalaciones.