julio 20, 2022

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Datos no estructurados en la asistencia sanitaria: el eslabón perdido de la interoperabilidad

Aunque lograr la interoperabilidad entre sistemas de TI dispares sigue siendo una prioridad entre los proveedores sanitarios, la integración de la nueva tecnología con los sistemas heredados y el acceso a datos no estructurados en todo el ecosistema sanitario continúa siendo un reto.

Colleen Sirhal

Chief clinical officer and director for Global Healthcare Consulting at Hyland

El reciente estudio de HIMSS, "La atención conectada y el estado de la interoperabilidad", en el que se encuestó a unos 118 líderes clínicos y de TI de proveedores sanitarios de todo Estados Unidos, encontró datos que detallaban este punto débil con bastante claridad.

Según los resultados del estudio, la mayoría de los proveedores consideraban que estaban progresando a la hora de establecer un marco de TI sanitaria interoperable. Por ejemplo, el 75 % de los encuestados calificó sus progresos en materia de interoperabilidad de excelentes o buenos.

Se pidió a los encuestados que calificaran además su progreso basándose en cuatro "niveles" diferentes de interoperabilidad que ascienden en función de la complejidad. Una vez más, los resultados son prometedores.

Los encuestados clasificaron a sus organizaciones como muy exitosas o algo exitosas en el logro de los siguientes niveles de interoperabilidad.

  1.  Fundacional (93 %): permite el intercambio de datos de un sistema para ser recibidos por otro, pero no requiere la capacidad de interpretar los datos
  2. Estructural (95 %): garantiza que los intercambios de datos entre sistemas de TI puedan interpretarse a nivel de campo de datos
  3. Semántico (82 %): proporciona interoperabilidad al más alto nivel en el nivel de los elementos de datos, permitiendo la capacidad de dos o más sistemas para intercambiar y utilizar información
  4. Organizativo (75 %): incluye componentes políticos, sociales y organizativos claros para facilitar la comunicación y el uso de los datos dentro de las organizaciones y los individuos y entre ellos

Sistemas heredados, contenidos no estructurados y retos de interoperabilidad

Basándose en estas cifras, uno podría pensar que el sector sanitario ha descubierto cómo lograr una verdadera interoperabilidad en todo el proceso asistencial. Sin embargo, los datos muestran que siguen existiendo obstáculos clave. Uno de ellos es la integración de las nuevas soluciones tecnológicas con los sistemas heredados. De los encuestados, el 59 % señaló el reto que supone conectar los nuevos sistemas tecnológicos basados en estándares con las soluciones heredadas que no tienen capacidad para soportar estos nuevos estándares.

Otro es la gestión de datos y contenidos no estructurados en todo el ecosistema sanitario. Esto incluye identificar esta información, así como hacerla fácilmente accesible a las partes interesadas clave en toda la empresa sanitaria. Este reto fue identificado por el 53 % de los encuestados como un obstáculo clave para la verdadera interoperabilidad.  Y lo que es aún más preocupante, los encuestados informan de que el 73 % de los datos y contenidos no estructurados de los pacientes en sus organizaciones son inaccesibles para las partes interesadas clínicas clave para su revisión y análisis.

Por qué son importantes los datos no estructurados en la atención sanitaria

Los datos no estructurados en la atención sanitaria constituyen un problema crítico porque son una parte fundamental del historial médico general del paciente. Entre los ejemplos de datos no estructurados se incluyen cosas como documentos y gráficos clínicos, narraciones clínicas, resultados de laboratorio, consentimientos, documentos de derivación y una gran cantidad de imágenes médicas, incluso imágenes de cámaras digitales, teléfonos inteligentes y programas de intercambio.

Si esta información vital no estructurada no se incluye en los sistemas clínicos básicos que los profesionales sanitarios utilizan a diario, la imagen del paciente estará lamentablemente incompleta. De hecho, las estimaciones del sector de analistas como Gartner e IDC afirman que, incluso hoy en día, casi el 80 % de la información que existe sobre un paciente está en formato no estructurado.

Los propios proveedores parecen ser conscientes de los problemas que causan estos datos no estructurados, especialmente cuando se trata de imágenes médicas. Por ejemplo, el 90 % de los encuestados en el estudio de HIMSS afirmaron que era fundamental o muy importante que los médicos tuvieran acceso a las imágenes de los pacientes en el punto de atención. Sin embargo, también afirmaron que una media del 18 % de sus imágenes se capturan sin conexión (p. ej., en encuentros, a través de un dispositivo móvil, etc.). Y el 65 % de los encuestados citaron una integración directa con su sistema de comunicación y archivo de imágenes radiológicas (PACS) como su principal medio para integrar las imágenes médicas con su HCE. Esto deja una serie potencialmente enorme de imágenes no radiológicas inaccesibles desde este sistema clínico principal.

Cuando los contenidos no estructurados y las imágenes no se incluyen en los sistemas de TI centrales de las infraestructuras interoperables, estos esfuerzos de interoperabilidad quedan incompletos.

Aprovechamiento de los contenidos no estructurados para una verdadera interoperabilidad de las TI sanitarias

Teniendo en cuenta la importancia del contenido no estructurado en la creación de un historial completo del paciente, ¿cómo puede aprovecharse esta información para garantizar su inclusión en las iniciativas de interoperabilidad? Aunque sin duda se trata de una empresa compleja, el proceso puede reducirse a los tres pasos siguientes:

N.º 1: identificar

En primer lugar, debe identificar dónde residen sus valiosos datos no estructurados. A menudo, esta información existe en varios sistemas de gestión de contenidos departamentales, archivos en la nube de terceros, documentos e historiales médicos en papel, faxes, correo electrónico, sistemas de imágenes especializados, estaciones de modalidades aisladas, dispositivos móviles, soportes físicos de almacenamiento y mucho más.

N.º 2: consolidar

A continuación, hay que tomar medidas para consolidar estos datos en la medida de lo posible. Consolide los documentos electrónicos de los repositorios existentes y escanee, indexe y archive los documentos en papel en un único repositorio. En el caso del tratamiento de imágenes médicas, pueden implementarse soluciones de imagenología institucional como un archivo de proveedor neutral, un visualizador de imágenes universal y herramientas de conectividad de imágenes para complementar o sustituir algunos PACS. Este enfoque permite centralizar la gestión, el acceso y el uso compartido de todo tipo de imágenes, independientemente de su formato y origen. También elimina el bloqueo de proveedores que suele acompañar a los sistemas propios, lo que proporciona a las organizaciones la propiedad y el control totales de sus datos de imágenes. Estos servicios de contenidos y repositorios de imagenología institucional pueden consolidarse aún más mediante el establecimiento de una única plataforma empresarial con una capa de almacenamiento y presentación (es decir, visualización) compartida.

N.º 3: conectar

Por último, estos repositorios consolidados deben integrarse con los sistemas clínicos básicos, como la HCE. Para ello, utilice estándares aceptadas en el sector como HL7, Fast Healthcare Interoperability Resources (FHIR), DICOM o Cross Document Sharing (XDS), entre otros. El objetivo es presentar los datos no estructurados y estructurados de los pacientes en una única vista a la que los clínicos puedan acceder dentro de su flujo de trabajo a través de la HCE en toda la empresa y más allá.

Si se hace bien, llevará la interoperabilidad al siguiente nivel al compartir la información completa del paciente para mejorar las decisiones asistenciales.

Esta entrada fue publicada originalmente en himssconference.org.