Una impresión salva una vida
Conoce la historia de Mía González y su corazón impreso en 3D.
La salud se transforma, los avances de la tecnología van a un ritmo acelerado y no dejan de impresionarnos. Una de las últimas tecnologías que está en pleno auge es la impresión de órganos en 3D. Esta es la historia de Mia González una paciente beneficiada por una de las herramientas médicas del futuro.
Mia, una niña de 4 años, tenía una malformación en la aorta y gracias a eso tuvo que faltar a la guardería y a sus clases de baile, porque constantemente tenía resfriados y neumonía. Cuando salía a jugar se quedaba sin aliento y tomaba varios medicamentos para tratar de mejorar su respiración.
Después de varias visitas y diagnósticos, la única solución posible era una operación muy complicada para cerrar la parte de la aorta que ejercía presión sobre la tráquea dificultándole respirar. Pero los cirujanos en el Nicklaus Children's Hospital en Miami, donde Mia estaba siendo tratada, hallaron la solución gracias a la impresión en 3D.
Con la adquisición de una impresora 3D crearon una réplica exacta del corazón de Mia para que los doctores pudieran planificar la cirugía e incluso hacer operaciones de práctica.
"Sin el modelo, habría estado menos seguro operando en Mia y eso me habría llevado naturalmente a hacer una incisión más grande que posiblemente podría causar más dolor y un tiempo de recuperación más largo”.
Dr. Redmond Burke
Los médicos han utilizado estas réplicas 3D para prepararse para todo tipo de operaciones complicadas, como la cirugía para extirpar un tumor cerebral o para corregir la malformación de Mia. Los médicos pueden operar en ellos con las herramientas quirúrgicas habituales una y otra vez hasta que piensan en la mejor manera de hacer la cirugía.
La operación ya es historia para Mia. Su proceso de recuperación marcha a la perfección y ahora se prepara para ser la mejor bailarina de su clase.